martes, 31 de enero de 2017

EJEMPLO DE SANACIÓN CHAMANICO.

EL ESPACIO SAGRADO

El espacio Sagrado es un entorno que creamos, espiritual y energético, donde todo lo que hagamos dentro de este espacio se beneficia de la luz del espíritu y la ayuda y asistencia de los ancestros. Este espacio no sólo nos reconforta por el mero hecho de estar en él, sino que es un puente entre el mundo espiritual y el físico, los ancestros pueden ayudarnos mejor, interactuar sin dificultades al contener el espacio sagrado la energía suficiente para permitir la inspiración, comunicación, y trabajo que se vaya a realizar. Es decir, en este espacio confluyen las energías espirituales y de la Madre Tierra. Ahí donde se crea el espacio sagrado sólo hay luz, es todo luz.
Dentro del chamanismo inca el espacio sagrado se crea invocando a las cuatro direcciones más la tierra, el cielo y al chamán interior. Dentro de esta tradición existen cuatro arquetipos de animales de poder: la serpiente (Sachamama), el jaguar (Otorongo), el colibrí Royal Kenti (el alma), y el Cóndor (Espíritu), aquí en occidente el símbolo del espíritu es el Águila. La serpiente es el arquetipo del instinto, la energía básica, el jaguar es la mente y este arquetipo nos ayuda a purificarla, el jaguar también es la energía que consume todo lo negativo y la transmuta. El jaguar dentro de su hábitat es el único depredador que no tiene rival, no hay un depredador que se alimente de él. Este arquetipo nos enseña a ser guerreros luminosos, a caminar sin miedo, sin ira y sin rabia.
Las energías de la naturaleza nos benefician también, una planta, un árbol, la energía de un animal, por eso se les llama animales de poder. En un momento dado la energía concreta de un animal nos da fuerza, sus cualidades, astucia, fortaleza interior, agilidad mental, intuición. Son cualidades que se pueden transmitir energéticamente.
El colibrí representa el viaje épico, en su traslado cada año recorre de una vez más de diez mil kilómetros, y nos enseña a que podemos hacer cosas grandiosas, vivir la vida con valentía y su energía nos conecta con el alma, nos inspira y muestra que todo está unido.
El Águila y el Cóndor nos muestran con su energía e infunden el sentimiento de totalidad, que hay un gran plan que mantiene en equilibrio todo lo existente.

LA ILUMINACIÓN CHAMÁNICA
Es una técnica de sanación energética, una técnica de auto sanación, ya que es el propio paciente el que “pone en marcha” sus mecanismos internos para sanarse. Esto lo va a conseguir mediante ejercicios de respiración y visualización, y sobre todo, por la intención y voluntad de la persona a sanarse.
El proceso de iluminación metaboliza las energías pesadas que congestionan un chacra, quema los residuos tóxicos y limpia las huellas de la enfermedad en el campo de energía luminosa.
La iluminación chamánica consigue la sanación de 3 formas:
• Quema los residuos que se adhieren a las paredes del chacra (favorece la longevidad y la respuesta inmunológica)
• Hace entrar en combustión la energía tóxica que envuelve las huellas físicas y emocionales negativas.
• Borra las huellas del campo de energía luminosa.
Cada huella del campo de energía luminosa está vinculada a un chacra a través del cual libera sus datos tóxicos en el sistema nervioso central. Es decir, la huella es la fuente, el chacra es el conducto y el sistema nervioso, la red de distribución.
El proceso de iluminación sana a un nivel esencial, energético, transformando las energías pesadas en luz, transformando las heridas emocionales en fuentes de poder y conocimiento.

LA EXTRACCIÓN CHAMÁNICA
La extracción es una técnica de curación chamánica que consiste en quitar cualquier energía que no pertenezca a los cuerpos físico/energéticos del cliente.
Desde la perspectiva chamánica, la energía no es ni buena ni mala. Estas energías o ‘entidades’ del universo simplemente tratan de sobrevivir y alimentarse allí donde pueden, como lo haría cualquiera. Las hormigas, no son malas, pero hay que sacarlas de la cocina por si se meten en la jarra de miel y la estropean.
Estas energías mal ubicadas tendrán un acceso más fácil en nuestros cuerpos, si nos encontramos en un estado de debilidad espiritual. En estados de desconexión del amor universal podríamos estar sufriendo también la pérdida de nuestro Animal de Poder o partes de nuestra alma.
¿Cómo saber si necesito una Extracción?
Aquí también se experimenta una falta de poder en uno mismo, ya que hay ‘otros’ chupando de nuestra fuente energética.

- Se puede experimentar una falta de poder en uno mismo.
– Enfermedades.
– Tristeza.
– Miedos.
– Cansancio.
– Falta o pérdida de creatividad.

Estos son algunos de los síntomas que nos alertarían sobre la necesidad de una “Extracción”. Estas manifestaciones pueden incluso tener su origen en un tiempo muy remoto,  es cuando sentimos que ése síntoma nos ha estado acompañando toda la vida.
Tipos de extracciones:
Fluídicas:
– entidades: espíritus desencarnados (personas que murieron o entidades nuestras de vidas pasadas). Lasenergías se agrupan y tienen mucho poder. Todos llevamos espíritus, se creen que enganchándose pueden sobrevivir. Ellos nos ven como bultos y entran a través del corazón. Solo ven sol y sombra.  Se enganchan porque tenemos baja vibración, se sienten cómodos con esa energía. Hay que tener equilibrio emocional, para evitar que se enganchen. Evitar comer carne y tomar drogas, ya que son dos fuentes de entrada (baja vibración). Los espíritus huelen a bomba fétida, los ángeles a flores. Los espiritus se sitúan en la espalda y se ven de color gris a negro. Se siente dolor en la espalda, una carga pesada. No hay que preguntarles nada. Son muy hábiles y te engañarán. Hay que sacarlos con amor y dándoles las gracias. Cuando no hay afinidad, se van.
- energías:  magia negra, males de ojo (rabias, envidias, odio…), e-gregors del bajo astral, magia.
Cristalizadas
El desequilibrio energético producido por nudos de energía en nuestro campo luminoso, impide que esta fluya con libertad y provoca trastornos emocionales (depresión, adicción, etc.) pasando estos al cuerpo físico si no se liberan.
Durante el proceso de sanación se extraen cargas pesadas en formas cristalizadas y fluídicas, para retornar a los cuerpos a la serenidad y el equilibrio.

RECUPERACIÓN DEL ANIMAL DE PODER
¿Qué es un animal de poder?
El conocimiento ancestral chamánico nos habla de que todas las cosas que hay en el universo tienen vida y por ello espíritu. Así las rocas, la tierra, el cielo, el agua, las  plantas,  y  los  animales  son  diferentes  expresiones  de  esa  conciencia. Abriéndonos a tomar contacto y respeto con ellos se forma un equipo de ayuda espiritual que trabaja para el equilibrio de todo en el todo.
No  es  exclusivo  del  chamán  disponer  de  animales  de  poder.  Cada  uno  de nosotros tiene un animal particular –sino varios- como su medicina personal. Estos espíritus protectores nos ayudan tanto en nuestra vida cotidiana como en nuestra búsqueda espiritual de armonía reforzando el poder de quienes somos.
¿Porque necesito un Animal de Poder?
Todos nacemos, según la cosmovisión chamánica, con un compañero espiritual en forma de animal. Como este conocimiento se perdió en la cultura moderna, nuestro animal de poder puede dejarnos por causa de ese olvido. Las culturas Chamánicas dirían que ese abandono de poder nos deja vulnerables.
Al recuperarlo, obtienes una herramienta muy eficaz para representar tu “Yo” más profundo.
¿Cuáles son los síntomas de falta del Animal de Poder?
Cuando uno no tiene su animal de poder podría experimentar las siguientes condiciones:
- La falta de poder/fuerza en sí misma
– Estar continuamente con enfermedades leves como catarros, migrañas…
– La falta de éxito en la vida o la mala suerte…
Estos síntomas no siempre quieren decir que hay una “pérdida del animal de poder”. Para saber lo hace falta una consulta chamánica.

EL PSICOPOMPO
Los chamanes también hacen otro tipo de curación, ayudan a los muertos al igual que a  los vivos. A estos chamanes se les llama “psicopompos” (conductor de las almas).
Los  chamanes  saben  que  la  muerte  no  es  el  final,  solo es una experiencia maravillosa de transformación y de ida a otro lugar. Dicen que el ‘viaje’ chamánico es una  preparación o ensayo de la propia muerte.
Uno  de  los  trabajos  más  profundos  del  practicante  de chamanismo es  el  de acompañar a los moribundos asistiéndoles en contactar con éxito la ayuda espiritual del otro  lado para que su transición pueda hacerse de la manera más placentera posible. Así mismo también compete al del psicopompo el ayudar a trascender a las almas que ya han fallecido.
Cuando una persona está en estado de coma el chamán se comunica con el espíritu para saber si la persona quiere regresar o seguir adelante. El chamanismo no es un sistema que intenta que la gente se quede en nuestra realidad, porque el chamán sabe que ésta no es necesariamente la mejor realidad. Así es que, el chamán, viaja hasta la persona que está en estado de coma para averiguar qué es lo que desea. Si desea regresar, el trabajo del chamán es traerlo de regreso. Pero si desea seguir adelante, pasar, entonces el trabajo del chamán es llevarlo al lugar donde estará contento, y no dejarlo aquí, en el mundo de en medio.
El chamán sabe de la importancia de morir en paz ya que él ve claramente lo que pasa cuando  no es así. A veces cuando una persona ha muerto repentinamente o por alguna razón no acepta que ha pasado a otra realidad y no se quiere ir del plano de los vivos, se queda atrapado en un pseudomundo paralelo a este. Pero aquí no es feliz ya que su alma no puede avanzar por un camino más adecuado y a veces esta “entidad” molesta a los vivos por culpa de su inquietud. En estas circunstancias el practicante chamánico realiza el  trabajo de  psicopompo  convenciendo al ser que aun no ha transcendido a ir a un lugar más apropiado para su evolución.
¿Qué pasa en una sesión de Psicopompo?
El practicante chamánico hará un ‘viaje’ a un plano no ordinario de conciencia para ver si un alma al morir se ha quedado apegada a este mundo. Si es el caso, actuará como  psicopompo llevando al alma a un lugar donde se sentirá más plena. Muchas veces es de gran alivio para los familiares saber que su ser querido ha llegado donde tenía que ir y que está feliz. A veces el alma envía un mensaje conciliador de vuelta para ellos, que es transmitido por el practicante.

LA RECUPERACIÓN DE ALMA
Cualquier persona que haya tenido un trauma, desde la perspectiva chamánica, puede  que  haya  sufrido  una  pérdida  de  alma.  Por  alma  entendemos  la  esencia espiritual necesaria en nuestra vida, que está con nosotros desde nuestra concepción hasta nuestra muerte. El método de sanación para curar la pérdida de alma se llama “recuperación de alma”, uno de los clásicos métodos chamánicos donde el chamán va en busca de las partes del alma para traerlas de nuevo al paciente.
La perspectiva chamánica no difiere tanto de la psicología en la concepción de que cuando alguien sufre un trauma se disocia de ello, provocando muchas veces hasta el olvido del evento. El chamán también sabe que con esa disociación, muchas veces esa parte se desplaza para refugiarse en otro lugar menos hostil. Eso deja a la persona vulnerable y con menos presencia para afrontar la vida, debilitándole su fuerza vital.
Es trabajo del practicante chamánico el ir a buscar, con la ayuda de sus guías espirituales,  esas partes de Alma y traerlas de regreso.
Es muy importante entender que NO se devuelve el trauma que causó la fuga, sino la fuerza vital de ese fragmento de alma que se fue. Una vez recuperada se integrará de nuevo en la persona para que a partir de ese momento se pueda sentir más completa, pueda ser más ella  misma y vivir con armonía.
¿Para qué se necesita una Recuperación del Alma?
Todos  hemos  sufrido  traumas  físico/emocionales  graves  o  menos  graves  que posiblemente hayan causado que parte de nuestra esencia nos abandone para escapar del dolor. Dejándonos a lo largo de la vida con una sensación de que nos falta algo pero no  sabemos qué es. Accidentes, abusos, perdidas de seres queridos pueden causar una pérdida del alma. Aunque también alguien puede quitárnosla inadvertidamente a  través de las envidias o se la podemos dar a alguien como en casos de codependencias.
También es importante tener en cuenta que no todos los traumas acaban en una pérdida del alma. Ya que, dependiendo de cómo estaba la persona de fuerzas en el momento de la experiencia, muchas veces somos más fuertes de lo que creemos.
-Mircea Eliade-
Tal como lo investigara Mircea Eliade, la pérdida del alma, es el origen de muchos males y enfermedades, principalmente de la falta de poder. Muchas de nuestras carencias en las áreas afectivas y afirmativas de nuestra personalidad, se deben a que en algún momento de nuestras vidas, por diversos motivos que significaron un gran impacto y/o trauma en nuestras vivencias, se produce un desprendimiento de parte de nuestra alma, sólo una parte, ya que de perder toda el alma, no sobreviviríamos. Desde la perspectiva chamánica, las personas que sufren una gran pérdida son aquellas que quedan en estado de coma o vegetativo.
El alma, ante el trauma “se retira”, para preservarse, llevándose con ella potencialidades y capacidades.
“La psicología contemporánea, como el chamanismo, reconoce que las partes de Yo pueden separarse, dejando al individuo enajenado de su ser esencial. Algunas terapias actuales comprenden que si el trauma es demasiado severo, las partes vitales del Yo y el sentimiento partirán para disminuir el impacto del trauma. En Healing the Shame That Binds You(“Curando la vergüenza que te ata”), John Bradshaw explica que la víctima del incesto “deja el cuerpo debido a que la pena y la humillación se tornan intolerables.” Para Bradshaw, como para otros autores, los individuos disocian como un mecanismo de defensa cuando “el trauma es tan grande y el miedo tan terrible que uno necesita un alivio inmediato.” Sandra Ingerían
La principal tarea del chamán es viajar con sus animales de poder en busca de estos fragmentos de alma, recorre los territorios de las almas perdidas y las regresa, por medio del viaje, conoce los mundos del consultante y los motivos que alejaron el alma, lo que permite sanar a la persona al regresarle ese potencial que supo tener y perdió. Conocer los mundos donde habitan estas almas es de vital importancia para la recuperación de la persona, ya que brinda datos que le ayudarán a comprender cómo y porqué perdió su alma, y esto contiene a su vez la sanación del momento de la pérdida. Este aspecto puede ayudar a los psicólogos que buscan ampliar el marco de conocimientos para la recuperación de sus pacientes.
Algunos signos de posible pérdida del alma:

-pérdida de memoria
-depresión
-duelos eternos
-enfermedades crónicas
-estado de “ausencia”
-falta o disminución del poder personal o vitalidad
-tristeza
-desconexión
Y muchos más, pero todos tienen en común la ausencia de la esencia vital.

Cada día nuestro mundo nos brinda más y más situaciones de pérdida de alma debido al impactante estilo de vida que llevamos, donde es cada vez más importante el hacer y el tener que el ser, por lo que el alma cada vez necesita más cuidados y atención para permanecer en nosotros, esto sin contar los casos de robo y posesión del alma, que aumentan los casos de pérdida.
Como el alma se pierde por fragmentos del aura, lo mejor es propiciar espacios de encuentro con uno mismo para cuidar y proteger nuestra esencia, disminuyendo las posibilidades de pérdida. Un aura fuerte se logra aumentando la energía, la alegría y la armonía. Eligiendo cuidadosamente las relaciones y fortaleciendo aquellas que nos hacen bien.


Fuente: elrincondelalma.com                              Copyright © 2017. All Rights Reserved.

sábado, 28 de enero de 2017

La Sabiduría de pueblos originarios.



Textos del libro “Indios Americanos – Sabiduría Esencial”  

“Toda vida es un círculo. Y dentro de cada vida hay círculos más pequeños. Cada siete años una parte de nuestra vida cierra un círculo. Nosotros comprendemos la vida en ciclos de siete”
Bárbara Means Adams, tribu Lakota

“Después que Wakan-Tanka, el Gran Espíritu, ordenó las otras seis direcciones – Este, Sur, Oeste, Norte, Arriba y Abajo- quedaba por colocar una dirección. Pero dado que la Séptima Dirección era la más poderosa de todas, la que contenía la mayor sabiduría y fortaleza, Wakan-Tanka, el Gran Espíritu, deseaba colocarla en algún lugar donde no fuera fácilmente encontrada. Así fue finalmente escondida en el último lugar que los humanos piensan mirar: en el corazón de cada persona. Una relación personal  con el Creador no es algo que debe ser creado. Es algo que debe ser recordado”

Historia Lakota

Relación con la Tierra
 “La gente civilizada depende demasiado de las páginas impresas por el hombre. Yo me vuelvo hacia el libro del Gran Espíritu que es la totalidad de su creación. Puedes leer gran parte de este libro si estudias la Naturaleza. Si llevas todos tus libros a la pradera, los dejas bajo el sol, y permites que la nieve, la lluvia y los insectos trabajen en ellos por un tiempo, no quedará nada. Pero el Gran Espíritu nos ha dado, a ti y a mí, la oportunidad de estudiar en la universidad de la Naturaleza: los bosques, los ríos, las montañas, los animales y nosotros incluidos”. 
Walking Buffalo (“Búfalo Caminante”), tribu Stoney
 “Cada trozo de este suelo es sagrado para mi pueblo. Cada colina, cada valle, cada planicie y cada bosque ha sido consagrado por algún evento triste o alegre en días que se desvanecieron hace mucho. Incluso las rocas, que parecen mudas y muertas, al mismo tiempo que se sofocan bajo el sol a lo largo de la costa silenciosa, se emocionan con recuerdos de agitados eventos conectados con las vidas de mi pueblo. Y el mismo polvo sobre el cual estás de pie en este instante responde más amorosamente a sus pisadas que a las tuyas, porque está enriquecido con la sangre de nuestros ancestros; y nuestros pies desnudos son conscientes del tacto empático”.
Jefe Seattle, tribu Duwamish y Suquamish 

 “Las colinas, sabes, son siempre más bellas que los edificios de piedra. Vivir en una ciudad  es una existencia artificial. Muchas personas pocas veces sienten el suelo real debajo de sus pies, ven crecer plantas excepto en macetas, o se alejan lo suficiente de las luces de las calles como para captar el encanto de un cielo nocturno poblado de estrellas. Cuando se vive lejos delos escenarios de la obra del Gran Espíritu, es fácil olvidar sus leyes”. 
Walking Buffalo (“Búfalo Caminante”), tribu Stoney 

 “Los tiempos cambian, pero no los principios. Los tiempos cambian, pero no las tierras. Los tiempos cambian, pero nuestras culturas y nuestros lenguajes permanecen. Eso es lo que debes mantener intacto. No importa lo que llevas puesto sino lo que hay en tu corazón. Y eso hace toda la diferencia… ¡No olvides tu hogar!" 
Oren Lyons, tribu Onondaga 

 “Siempre hemos tenido abundancia; nuestros niños nunca lloraron de hambre y nuestro pueblo nunca fue carenciado… Nuestra aldea era saludable, por sus ventajas en un lugar privilegiado y jamás hubo un campo de caza mejor que el que teníamos. 
 Si un profeta hubiese venido a nuestra aldea y nos hubiera dicho las cosas que pasarían y que desde entonces pasaron, nadie en nuestra tribu le hubiera creído”.
Black Hawk (“Halcón Negro”), tribu Sauk 

 “Nuestros antepasados eran maestros en el arte de controlar el medio ambiente, simplemente porque sólo tomaban lo que necesitaban y nada más que eso. Ahora, en el mundo en que vivimos, todos toman lo que pueden agarrar y, espero estar equivocado, nos dirigimos hacia una situación desastrosa”
Norton Rickard, tribu Tuscarora

 “No queremos riqueza. Queremos educar a nuestros hijos correctamente. La riqueza no nos hará bien. No podemos llevarla al otro mundo. No queremos riqueza. Queremos paz. Y amor”
Red Cloud (“Nube Roja”), tribu Oglala Lakota

 “Los indios van detrás de la visión. El hombre blanco va detrás del dólar”.
John Lame Deer, tribu Rosebud Lakota 

 “Uno no vende la tierra sobre la cual la gente camina”.
Crazy Horse (“Caballo Loco”), tribu Oglala Lakota. 

 “El hombre blanco sabe cómo hacer todo, pero no sabe cómo distribuirlo”
Sitting Bull, tribu Hunkpapa Lakota

 “En ausencia de lo sagrado, nada es sagrado. Todo es para la venta”
Oren Lyons, tribu Onondaga

 “No quiero establecerme. Me encanta vagar por las praderas. Allí me siento libre y feliz. Cuando nos establecemos nos volvemos pálidos y morimos”. 
Santanta, tribu Kiowa
 “No somos vuestros esclavos. Estos lagos y estas montañas nos fueron legados por nuestros ancestros. Son nuestra herencia y no los entregaremos. Vuestra nación supone que nosotros, como el hombre blanco, no podemos vivir sin pan, sin cerdo y sin cerveza. Pero debéis saber que Él, el Gran Espíritu y Amo de la Vida, nos ha provisto alimento en estos lagos espaciosos y en estas montañas arboladas”
Pontiac, tribu Odawa

 “Cuando nosotros, indios, matamos un animal, lo comemos todo. Para sacar raíces, hacemos hoyos pequeños. Cuando construimos casas, hacemos agujeros pequeños. Cuando quemamos hierba para ahuyentar langostas, no arruinamos todo el bosque. No cortamos árboles. Sólo usamos madera seca. Pero el hombre blanco remueve la tierra, derriba árboles, mata todo… El hombre blanco no presta atención…
 ¿Cómo puede gustarle el hombre blanco al Espíritu de la Tierra? En todos los lugares que el hombre blanco toca, duele". 
Mujer de la tribu Wintú

 “Cuando salimos de caza, aunque el arco sea poderoso, no es nuestra flecha la que mata al alce. Lo mata la naturaleza”.
Big Thunder ( “Gran Trueno”), tribu Wahanaki Algonquin

 “Los signos del amanecer se dejan ver en el Este; el aliento de la nueva vida se hace presente. La primer en ser llamada a despertar es la Madre Tierra. Se mueve, se anima, se levanta, recibe el aliento de la aurora recién nacida. Las hojas y las hierbas se agitan. Todas las cosas se mueven con el soplo del nuevo día. En todas partes la vida se renueva. Esto es muy misterioso. Hablamos de algo muy sagrado. Aunque ocurre todos los días”.
Los Kurahus Tahirussawichi, tribu Pawnee

Relación con Uno Mismo
 “El obstáculo más grande para acceder a la naturaleza interna es la mente. Si se apoya en la lógica, como lo hace la mente del hombre blanco, la morada de la índole interior es inaccesible. Dicho de manera simple, un hombre no desafía la sabiduría del Misterio Sagrado”. 
Turtleheart (“Corazón de Tortuga”), tribu Teton Sioux 

 “Tú que vives este día, hazlo bello. Saca todos tus colores de arco iris para que sea bello”
Canción de la tribu Nookta

 “Sé que nuestro pueblo posee notables poderes de concentración y abstracción y a veces imagino que tal cercanía a la naturaleza, mantiene el espíritu sensitivo a impresiones que no se reciben frecuentemente y lo abre al contacto con los poderes invisibles”.
Ohiyesa, tribu Santee Sioux 

 “La risa es algo muy sagrado, especialmente para nosotros los indios”.
John Lame Deer, tribu Rosebud Lakota

 “No tengas miedo de llorar. El llanto liberará tu mente de pensamientos tristes”.
Don Ltalyesva, tribu Hopi

 “Amamos la quietud; cuando sentimos el sufrimiento del ratón, no jugamos con él; cuando el viento golpea la arboleda, no tenemos miedo”
Jefe indio al gobernador de Pensilvania en 1796

 “Mi gente era dura en aquellos días. Si en invierno una persona se caía en el agua helada, salía, se quitaba sus ropas húmedas y rodaba por la nieve, fregándose el cuerpo con ella hasta que se calentaba. Después, escurriendo el agua, se vestía y se olvidaba del hecho. Los cazadores de búfalos frotaban sus manos con nieve y arena para que sus dedos fueran más hábiles con la flecha y el arco. Ahora mi pueblo usa guantes y también demasiada ropa. Nos volvimos blandos como el barro”
Pretty Shield (“Bello Escudo”), tribu Crow

 “El cielo me bendice; la tierra me bendice. Arriba, en los cielos, soy la causa de que los espíritus dancen. Sobre la tierra, soy la causa de que el pueblo dance”.
Canción de danza en ronda de la tribu Cree

 “Nos movemos hacia adelante y nos transformamos en aquello en lo que pensamos. ¿No es hora de que nos detengamos a pensar en qué pensamos?"
Donm Coyhis, tribu Mohican

 “Cuando te llegue la hora de morir, no seas como aquellos cuyo corazón está lleno de miedo a la muerte y lloran y rezan para vivir un rato más, de una manera diferente. Canta tu canción de muerte y muere como un héroe que vuelve a casa”. 
Tecumseh, tribu Shawmnee

 “Demasiado pensar sólo trae problemas. Nosotros, los esquimales, no nos preocupamos por resolver todos los acertijos. Repetimos las historias antiguas del modo en que nos fueron contadas y con las palabras que recordamos. Y si pareciera que la historia en su totalidad carece de sentido razonable, aún queda suficiente en ella: los sucesos incomprensibles que nuestro pensamiento no puede captar”.
Orulo, tribu Iglulik

 “He dado a mi pueblo este consejo: si encuentras algo bueno en la ruta del hombre blanco, levántalo; si encuentras algo malo o que se vuelve malo, déjalo”
Sitting Bull, Hunkpapa Lakota

 “Mi tío siempre me decía: Debes seguir el ejemplo del lobo. Aun cuando, tomado por sorpresa, corre para salvar su vida, hará una pausa para mirarte una vez más antes de emprender su retirada final. Por eso, siempre debes echar una segunda mirada a todo lo que ves”
Ohiyesa, tribu Santee Sioux


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viernes, 27 de enero de 2017

Relaciones humanas, fractales y la ley de las dependencias- David Topí


Amo-del-Mundo

Hace unos 2.500 años, un filósofo indio llamado Kapila formuló una doctrina que explicaba los orígenes del universo, y toda la vida consciente del mismo. Sus conceptos incluían la teoría del «quinto elemento», conocida por muchos gracias a la alquimia y varios textos herméticos, y precedían a las enseñanzas de Aristóteles y Platón. La filosofía de Kapila se denomina samkya, y se erigió en una de las seis escuelas de la filosofía india clásica, siendo tan importante su incidencia que tuvo consecuencias trascendentales en el pensamiento metafísico budista y la filosofía griega, y extendiéndose hasta la Edad Media a través de los alquimistas europeos. Las huellas de la filosofía samkya aparecen en enseñanzas tales como las diferentes escuelas rosacruces, el “cuarto camino” de Gurdjieff, la masonería, la teosofía, el gnosticismo, etc.
Kapila decía que la conciencia pura e indiferenciada ha existido siempre, que ha estado irradiando eternamente, sin principio ni fin, a través del espacio y el tiempo, expresándose a través de una serie de principios que, en conjunto, podemos generalizar como energía consciente en movimiento. Para manifestar lo que entendemos por la “Creación”, la energía se condensa en cinco estadios o formas diferentes (elementos), que actúan como bloques de construcción de toda manifestación material, en diversas permutaciones y combinaciones. Estos elementos, todos los cuales proceden del primero de ellos, que los griegos llamaron éter, o en sanscrito se llamaba akasha, son el Aire, el Fuego, el Agua y la Tierra.

Esta antigua lista de elementos es un método rápido para clasificar toda la materia manifestada, y es la base de muchas enseñanzas esotéricas, alquímicas, mágicas y ocultistas de manipulación de la componentes de la realidad según su estado, cada uno con unas propiedades determinadas, que se denominan colectivamente tattwas, un término que viene a designar todas las cosas que poseen esencia, y hay sistemas completos destinados a estudiarlos y aprender a manipularlos a voluntad. Todo lo que podemos percibir en nuestro plano terrenal se compone de uno o más de estos cinco elementos combinados de varias maneras y en diferentes proporciones. Así mismo, es también la base para la medicina tradicional china, intercambiando y modificando alguno de los nombres de los elementos, y de otras filosofías orientales derivadas de las escuelas místicas de la india.
De la misma manera que estos cinco elementos se combinan para darnos los bloques básicos de construcción de la realidad (partículas cuánticas, partículas subatómicas, átomos, etc.), y nada puede existir sin que haya una relación interdependiente de los mismos para conseguir cualquier otra cosa, los seres humanos nos relacionamos para generar la experiencia de la vida humana, y nada se puede conseguir sin la existencia de estas relaciones.

La relacionalidad de la vida humana

En los años 80, un filósofo llamado James Care escribió que la manera en que las personas solemos ver el mundo hoy en día está totalmente en contra a como la vida nos ha creado para verla [originariamente, antes de las varias manipulaciones genéticas sufridas]. Las relaciones humanas entre dos personas, por ejemplo, están basadas en una interacción que suele durar una duración finita de tiempo, que tiene una serie de reglas y normas para que se lleve a cabo, y en la cual, en muchas ocasiones, de esa interacción sale alguien que gana algo, y alguien que pierde algo (en ello se basan los deportes, el mundo financiero, educativo, la economía en la que se sustenta nuestro día a día, etc.). Es un tipo de relación en el que siempre prevalece el individualismo y el servicio a uno mismo. Sin embargo, decía James Care, este individualismo y las sociedades basadas en el mismo no son más que una ficción, ya que no existe tal cosa como un único individuo separado de su contexto y aislado, que pueda existir y desarrollarse como tal sin apoyarse en los demás y necesitarse mutuamente, sino que toda la experiencia humana está constituida por roles y relaciones entre nosotros, ya que vivimos en el mundo, y somos parte del mundo, o, como dice un mantra que suelo usar mucho para recordar mi porqué en esta encarnación: “soy una célula en el cuerpo de la humanidad, y estoy al servicio de la totalidad”.

Todos dependemos de todos

No hay nada que el ser humano pueda llevar a cabo sin tener en cuenta los elementos y personas que le rodean. Sabemos, y hemos hablado en otros artículos y conferencias, que es el programa ego de gestión de nuestra psique lo que nos da la ilusión de la separación y de la individualidad, y lo que nos hace vernos como seres aislados, pero todo lo que hacemos y somos depende de todo lo demás, y nada puede ser hecho o alcanzado sin tener en cuenta las relaciones con objetos, elementos y personas involucradas, por lo que la filosofía de vida que está más alineada con nuestro propósito y función no es nunca la filosofía de la individualidad, sino la de la relacionalidad e interdependencia de todos con todos. En este aspecto, todos necesitándonos a todos, y todos trabajando con todos, es una forma de existencia que fluye con los principios de la vida que rigen el planeta, sin principio ni fin, un tipo de relación con el entorno, los otros reinos de la naturaleza y el resto de la raza humana donde el enfoque está puesto en reforzar los lazos y las conexiones de las que penden nuestros crecimientos mutuos, para poder resolver situaciones cada vez más grandes con la fuerza de la unidad.
Para solventar paradojas a la hora de entender bien el concepto de individualidad contra el que James Care escribe, hemos de ver a esta principalmente como un componente en el trabajo personal de mirar hacia nuestro interior para conocernos mejor, sanarnos, desprogramarnos, autoevaluarnos y observarnos, etc., ya que es el único aspecto que nadie puede mirar o hacer por ti, y del que no dependes de nadie para poder hacerlo, pero si que puedes necesitar a los demás para ayudarte a ello. Pero, perfectamente alineado, resulta también que el trabajo de cambiar en nuestro interior para poder cambiar el mundo exterior pasa también por ver esa ilusión de individualidad en lo más recóndito de cada uno, y ya cuando hemos removidos unas cuantas capas de filtros, velos y programas mentales, aparecen atisbos de que viajando hacia el interior de ti mismo para cambiarte y crecer, llegas al corazón de los campos de consciencia que unen todas las cosas y todas las personas, volviendo a darte cuenta que el mundo exterior, de nuevo, cumple con las ideas a rajatabla de que todo depende de todo, y que los limites que nos ponemos para definir donde termino yo y donde empiezas tu son solo una construcción de la mente, en la parte más terrenal de los múltiples niveles que componen nuestra existencia.

La ley de correspondencias

Los antiguos filósofos ya se dieron cuenta de que si todo depende de todo y todas las personas dependen de todas las personas, debe haber algún tipo de ley cósmica o universal que rija estas dependencias. Hace un par de años, en este otro articulo, ya explicamos porqué se corresponden ciertas cosas con ciertas otras cosas, basándonos en la ley de las octavas.
Habréis leído hasta la saciedad que lo que buscas “ahí fuera” lo tienes entrando “hacia dentro”. Porque es lo mismo. No es que seamos parte del universo. Es que todo el universo es parte de nosotros, está en nosotros. El más absoluto infinito se concentra en la parte más pequeña de cada una de nuestras células. ¿Es esto correcto? ¿Cómo puede algo “finito” como nosotros, un ser humano, “ser” algo infinito como el Universo?

Fractales infinitos

La respuesta está en lo que se llama un fractal. Un fractal es una representación geométrica que puede ser dividida hasta el infinito y conserva su misma forma, estructural, potencial, etc. Fijaros en la figura siguiente. Es la conocida estrella de David, símbolo de muchísimas culturas que se pierden en la antigüedad (y mal apropiada por alguna actual). Imaginaros una de vuestras células, la más pequeña, como el círculo que rodea la figura. Este espacio es finito, está acotado, es fácil de entender que tiene límites. Ahora insertamos una figura geométrica en su interior, un triángulo equilátero, mejor dicho, dos. Uno hacia arriba, y otro hacia abajo. Buscamos una representación geométrica que nos explique cómo el infinito puede estar contenido en algo finito, y este es el modelo que lo explica.
¿Y por qué dos triángulos y no otra cosa? Porque representan la dualidad de nuestro universo y la doble polaridad de todo lo que existe. Existimos en una realidad en la cual percibimos que no existe blanco sin negro, ni frío sin calor, una cosa y su contrario, por eso este símbolo representa la dualidad. ¿Es correcta esa percepción? No. Todo funciona por triadas, y al ser humano le falta ver la realidad a través de la tercera energía o polaridad, la energía neutra o equilibrante, pero por la manipulación de la esfera de consciencia sufrida en los albores de nuestra creación no podemos ver los tres componentes que forman todo lo que existe, y por eso vivimos bajo la ilusión de la dualidad.
Volviendo a la figura, en estos momentos seguimos teniendo un espacio finito (el interior del círculo) acotado por la circunferencia que representa ser un átomo nuestro, una célula o nuestro cuerpo entero, el límite que defina no tiene importancia. ¿Cómo metemos algo infinito en ello? Si para cada uno de los nuevos triángulos resultantes vamos añadiendo más triángulos, dividiendo estos que ya hemos creado, tal y como veis en la figura siguiente, volvemos a obtener nuevas estrellas de David de tamaño menor, pero siempre totalmente completas, con las mismas características y propiedades que la estrella “madre”, los mismos ángulos, las mismas proporciones, etc.
Cada una de esas divisiones crea la misma forma que el dibujo original, y lo que es mejor, podemos seguir así hasta el infinito, porque cada estrella nueva que se crea, puede ser dividida de nuevo hasta donde queramos, suponiendo que pudiéramos tener un microscopio tan potente que nos permitiera ver esas subdivisiones tan pequeñas hasta el infinito. Y, además, para cada nivel en el que dividimos, tenemos un nuevo círculo que lo rodea que representa el límite ilusorio de algo acotado que tiene ese subnivel.

Todo conectado con todo

Gracias a este proceso existe el infinito dentro de un espacio finito y esta es la respuesta que nos permite entender cómo todo el universo puede estar dentro del más pequeño de nuestros átomos, porque cada célula nuestra es un fractal que está conectado con todo el universo que existe en la célula, persona o silla de al lado (tal y como están conectadas entre sí todas las mini estrellas de David que salen en la figura). Es la ley de la correspondencia hacia arriba, o hacia abajo, hacia dentro o hacia afuera, es el modelo de las relaciones humanas, de la vida, de la consciencia, en cualquier plano, en cualquier dimensión, en cualquier nivel.
El infinito, el universo y todos sus planos existenciales están en nosotros y una parte del Todo no puede existir sin la parte de al lado. No existe individualidad como tal, como concepto de una parte aislada del resto que pueda hacer algo sin la concordancia y existencia del resto de partes que forman el conjunto mayor al que pertenece. Y, por el mismo motivo, no existe acción, por pequeña que sea, que una de las micro-micro-figuras fractales realizara, que no afecte si o si a todo el conjunto, de ahí que no hay pensamiento, acción o energía movida, creada o emitida por el ser humano, que no tenga repercusión, en su justa medida, en todos y cada uno del resto de fractales de la Creación. El “efecto mariposa”, del cual seguro habréis oído hablar, nace de este concepto.
Todo está conectado, todo es interdependiente, todo afecta a todo, y quizás lleguemos a tener todos esta visión del mundo, en algún momento de nuestro periplo evolutivo como especie. Requiere algo que pocos humanos han llegado hasta el  momento a ser conscientes en cada momento de sus vidas, pero es una de esas cosas que esperan a ser descubiertas más allá del velo de la ilusión de nuestra realidad percibida, manipuladamente, como individual y separada de todo lo demás.

David Topí

jueves, 26 de enero de 2017

El legado indígena. De cómo los indios americanos transformaron el mundo.

Dicen que la historia la escriben los vencedores. Los relatos del pasado que han llegado hasta nosotros tienen casi siempre el sesgo de los narradores de los ejércitos victoriosos, de los imperios conformados sobre las ruinas de antiguos pueblos derrotados o de añejas civilizaciones sin tiempo a esbozar su palabra en el tiempo.


Sabemos poco de los cartagineses, o de los iberos, o de los pueblos africanos, o de los iroqueses y los mayas. Y todo lo que recibimos de los siglos precedentes mantiene ese poso inacabado que acaba conformando un presente a medias tintas. De un tiempo a esta parte, sin embargo, los caminos de la historia o la antropología pugnan por encontrar la justa medida de esa narración, indagando en todo aquello que ha sido silenciado por interés o por desdén. Encontrar ese secreto puede ser un acto de justicia (si es que la historia puede ser considerada bajo parámetros justos o injustos), pero también un conocimiento esencial de aquello que conforma nuestras sociedades del presente.

Eso es lo que propuso el antropólogo Jack Weatherford en 1988 (2000 en la edición en castellano), que con El legado indígena. De cómo los indios americanos transformaron el mundo, planteó un reto fascinante a los lectores e investigadores al hacer hincapié en aspectos de estudio hasta entonces inamovibles. Con esta obra, Weatherford indaga en el legado de los pueblos precolombinos y deja al descubierto todo aquello que había sido silenciado por la historiografía clásica. En un primer momento, el antropólogo esboza las líneas históricas conocidas de la conquista americana por parte de los europeos, como es el surgimiento del capitalismo monetario gracias a las ingentes cantidades de plata de las minas de Potosí, arribadas a Europa como punto de partida de la primigenia acumulación de capital. La posterior creación de las sociedades anónimas, junto al uso de mano de obra esclava, darían el impulso definitivo al proceso de industrialización iniciado en el siglo XVIII. Sin el descubrimiento de América por parte de los conquistadores del Viejo Mundo todo este proceso no hubiera tenido lugar, afirmación esta que no tiene nada de novedosa pero que sirve a Weatherford para recordar las verdades de un expolio que dio alas a los expoliadores y que silenció durante siglos los avances técnicos, alimentarios, médicos y políticos de los expoliados.

Es en este punto donde El legado indígena se convierte en un libro necesario. Es imposible comprender el crecimiento demográfico y tecnológico de Europa sin los conocimientos de los pueblos americanos. La popularización de la patata, por ejemplo, consiguió la detención de las hambrunas que periódicamente asolaban el Viejo Mundo, llegando a conseguir que su población se sextuplicara de 1650 a 1950 (de 100 millones de personas a 600). Por otra parte, el uso del maíz como alimento de animales, como cerdos, vacas o pollos, provocó que la población europea dispusiera de una mayor cantidad de proteínas en su dieta diaria. Sería muy largo enumerar todas las plantas arribadas de América, pero lo cierto es que tres quintas partes de los cultivos que existen hoy en el mundo proceden del Nuevo Mundo. Además, los campesinos de los Andes fueron los primeros en inventar la conservación de los alimentos mediante la congelación y la desecación.
Este éxito alimentario no hubiera sido posible sin una elaborada tecnología agrícola, fundamentada en el desarrollo de complejos sistemas de reproducción de plantas y de una cuidadosa selección de semillas, convirtiendo a los campesinos indígenas en los mejores fitogenetistas del mundo. Y todo ello usando desarrolladas técnicas de cultivo que hoy en día empiezan a ser valoradas, como el uso de combinaciones de plantas para evitar enfermedades o insectos perjudiciales, o el desarrollo (que en la actualidad llamaríamos sostenible) de técnicas agrícolas en bosques o selvas. En última instancia, toda esta sabiduría, desarrollada a lo largo de siglos, tendría también sus referentes culinarios, con productos como la papa, el maíz, el pimiento o el tomate, que todavía persisten en sus lugares de origen, desde Costa Rica hasta México. Una sabiduría que no se restringe a lo alimenticio, sino que se ramifica en aspectos tan esenciales como la farmacopea y la medicina, realizando un exhaustivo recorrido por todas aquellas medicinas naturales que nos legaron los indoamericanos, sobre todo la quina, que en quechua significa “corteza”, y que sería una de las bases farmacológicas de la quinina, el medicamento esencial para la prevención de la malaria.

tapiz indio

Weatherford no incide tan solo en aspectos antropológicos. Su investigación, sazonada de bellos pasajes que narran la vida indígena en la actualidad (cargadas de injusticias históricas todavía latentes y presentes), se adentra en temas de profunda carga política y filosófica. La imagen del “buen salvaje” haría fortuna desde el siglo XVI al XVIII y sería un lugar común de numerosos escritos, de la Utopía de Tomás Moro hasta las obras políticas de Thomas Paine, pasando por las reflexiones de Michel de Montaigne. Todas estas obras reflejaban la las sorprendentes noticias llegadas del Nuevo Mundo, en la que los recién llegados informaban de sociedades igualitarias y democráticas, sin propiedad privada y en armonía con la naturaleza. Montaigne, en su ensayo De los caníbales, cita a los indios del Brasil como pertenecientes a una sociedad sin jueces, ni esclavitud, ni trabajos forzados; y un siglo después Louis Armand de Lom d’Arce escribiría el primer trabajo etnográfico de indígenas norteamericanos, después de una estancia entre los hurones del Canadá entre 1683 y 1694. En él, Lahontan transcribe las frases de un nativo, que afirma: “Nacemos como hermanos, libres y unidos, y cada uno es tan señor como el otro, mientras que vosotros sois todos esclavos de un solo hombre. Soy el amo de mi cuerpo, dispongo de mí, hago lo que quiero, soy el primero y el último de mi nación (…) únicamente súbdito del gran Espíritu”.

Hay que suponer una cierta idealización de esas sociedades que poco a poco iban extinguiéndose, pero de lo que no hay duda es de la existencia de un sustrato político indígena radicalmente opuesto al de las monarquías europeas o a los sistemas nobiliarios del Viejo Mundo. De ahí que Weatherford sostenga la idea, en absoluto descabellada, que fue el contacto de los europeos con las sociedades igualitarias americanas lo que daría paso a las ideas de igualdad y democracia de la Ilustración. Como afirma el autor: “La democracia igualitaria y la libertad deben muy poco a Europa. No constituyen una derivación grecorromana revivida de algún modo en el siglo dieciocho, sino que se incorporaron en el pensamiento occidental moderno como nociones indoamericanas traducidas a la cultura y la lengua europeas.”


Provocador, sin duda, pero conclusivo por la exhaustividad de su análisis. Yendo algo más allá, Weatherford sitúa el origen de la primera Constitución del mundo, la estadounidense, en las tradiciones indoamericanas de la época. Lo cierto es que los colonos ingleses que llegaron a las virginales tierras norteamericanas no llevaban consigo ninguna tradición democrática ni republicana.

Lo que hicieron los Padres Fundadores de los Estados Unidos fue ensamblar con sensatez lo mejor de diversos sistemas de gobierno, desde el parlamentarismo británico hasta las ideas federales de la Liga Iroquesa. Los iroqueses fundaron su Liga en algún momento entre el año 1000 y el 1450, bajo una constitución llamada Kaianekerowa o Gran Ley de Paz, y reunía a cinco grandes naciones indias: los mohawk, los onondaga, los seneca, los oneida y los cayuga. Cada una contaba con un consejo compuesto por delegados, los sachem, que decidían sobre las necesidades de su territorio, para luego reunirse en el Gran Consejo de la Liga en los que se sentaban a decidir asuntos de interés común. En palabras de Henry Lewis Morgan, primer antropólogo de Noteamérica, el consejo “declaraba la guerra y hacía la paz, enviaba y recibía embajadores, entraba en tratados de alianza, regulaba los asuntos de las naciones subyugadas, recibía nuevos miembros en la Liga, extendía su protección hacia tribus débiles, en resumen, tomaba todas las medidas necesarias para promover su prosperidad y ampliar sus dominios.” En última instancia, y a diferencia de los gobiernos europeos, la liga combinó la soberanía de varias naciones en un solo gobierno, en una estructura que hoy llamaríamos “federal” y que fue uno de los ejes de formación y creación de los Estados Unidos. De hecho, sería el famoso Benjamin Franklin, en su calidad de impresor oficial de la colonia de Pensilvania, el que se encargaría a partir de 1750 de entrar en contacto y llegar a acuerdos con las diferentes naciones indias de la zona, convirtiéndose en un experto de sus costumbres políticas, especialmente de la Liga Iroquesa.

Como podemos ver, El legado indígena indaga en todo aquello susceptible de haber sido silenciado por la Historia, llevando incluso a replantear aspectos de enjundia como el origen de las democracias occidentales. Hermoso en su relato, el libro permite al lector adentrarse en los pormenores de una Historia silenciada y, al mismo tiempo, convertir esa Historia en presente vivo, en hecho inconcluso, por no haber sido explicado adecuadamente porque sus protagonistas fueron los perdedores. Porque de eso se trata, de narrar las verdades de esos perdedores sin los que los vencedores hubieran podido celebrar su triunfo.

miércoles, 25 de enero de 2017

El verdadero poder...la leyenda...Arapaho.

Arapaho

 El Caminante de los Sueños, un poderoso chamán, estaba caminando por las llanuras para visitar la nación Arapaho. Él cargaba su pipa, y la pluma atada a sus largos cabellos negros apuntaba para la tierra, indicando que él era un hombre de buena paz. Hasta que, al transponer una elevación, él percibió una manada de caballos salvajes corriendo en su dirección.


Padrillo Negro se acercó de Caminante de los Sueños y le preguntó si él estaba caminando en búsqueda de una respuesta, diciéndole aun:

- Yo vengo del Vacío donde reside la respuesta. Monta en mi dorso y conoce el poder de atravesar las Tinieblas para encontrar la Luz. Caminante de los Sueños agradeció a Padrillo Negro y acordó en ir a visitarle cuando su poder se hiciese necesario.

 En seguida, se acercó a Caminante de los Sueños el Padrillo Amarillo, ofreciéndole para llevarlo al Este, donde reside la iluminación, pues así podría compartir las respuestas que había encontrado, con los demás, instruyéndoles e iluminándoles. Caminante de los Sueños agradeció a Padrillo Amarillo, afirmando que no dejaría de usar los regalos de su poder que él le ofreciera al largo de su jornada.

Padrillo Rojo entonces se aproximó, parándose de manos alegremente, y le habló a Caminante de los Sueños, con respecto a las alegrías contenidas en el equilibrio entre el trabajo, el poder y las dulces alegrías de las diversiones. Él advirtió a Caminante de los Sueños que prestara más atención a aquellos que pintaban sus lecciones con los colores del humor. El chamán agradeció y le prometió que no se olvidaría de usar siempre el don de la alegría.

Cuando Caminante de los Sueños ya estaba prestes a llegar a su destino y ya podía percibir a lo largo la nación Arapaho, Padrillo Blanco se destacó de la manada para permitir que Caminante de los Sueños lo pudiese montar, pues él era el portador del mensaje de todos los demás caballos de la manada, representando la sabiduría del poder. Personificación del Escudo Mágico bien equilibrado, este magnífico Caballo reitera que “ningún abuso de poder será capaz de conducir a la sabiduría”. Padrillo Blanco dijo entonces a su jinete:

 - Caminante de los Sueños, tú has emprendido esta jornada para alivianar el sufrimiento de tus hermanos, para compartir la Pipa Sagrada, Chanupa Wakan, y sanar la Madre Tierra, Ina Maka. Tú has adquirido la sabiduría por intermedio de la humildad, pues supo reconocer que es un instrumento del Gran Espíritu Wakan Tanka. Así, mientras yo te cargo en mi dorso, tus cargas todo tu pueblo en la espalda. En tu gran sabiduría, tú sabes que el poder no es concedido a quienes no lo merecen, mas únicamente a aquellos que están predispuestos a emplearlo con discernimiento y equilibrio.

Caminante de los Sueños, el chamán, fue curado y transformado, por la visita de los Caballos salvajes y comprendió que su misión al llegar a la nación Arapaho, era la de compartir los regalos de sabiduría que recibiera al largo del camino.

El verdadero poder es la sabiduría y esta solamente es obtenida cuando mantienes presente todo lo que te ha ocurrido en tu jornada aquí en la Tierra. La sabiduría brotará adentro tuyo cuando tu te puedas acordar de las jornadas recorridas adentro de otros mocasines. La compasión, la bondad, el amor, y la disposición en enseñar y compartir los dones y los talentos que te fueron concedidos constituyen las verdaderas sendas hacia el poder.

Es posible que te estés preguntando en este exacto instante si no debería reaccionar en forma violenta, recolocando estas personas en sus debidos lugares. Intenta recordar entonces de aquellas épocas en tus propias vidas, mientras las cuales tu perdiste la conexión con el Gran Espíritu, y cometiste los mismos desatinos que ahora está criticando en los demás, y sepa tener compasión por estos hermanos y hermanas que están ilusionados.

Al tener la consciencia de que todos los caminos son igualmente validos y permitir que cada uno enverede por aquellos que le parezca más adecuado, tu sentirás finalmente el poder y la gloria proporcionados por el profundo sentimiento de unidad con la familia de la humanidad.

Aplica estos conocimientos y recupera el poder que has perdido al olvidarse el don de la compasión. Desenrédate de la situación presente y comprende que todo y cualquier ser humano deberá seguir este camino para el poder antes de ser capaz de galopar en los vientos del destino.”

 Jamie Sams y David Carson

martes, 24 de enero de 2017

La Sabiduria Cherokee




Los cherokees pertenecen a la familia iroquesa. Se llaman a sí mismo yun´wiyá que significa "gente verdadera". La palabra cherokee no tiene ningún significado y parece ser que es una palabra extranjera. Una palabra parecida aparece por primera vez en un documento francés con fecha de 1.699, esta palabra es “cheraqui”.

Esta tribu vivía especialmente en los estados actuales de Virginia, Carolina del Norte y del Sur, Georgia, Tennessee y Alabama y estaban divididos en siete clanes. La alimentación se basaba en el maíz, habichuelas y calabacín que se complementaba con la caza de animales. Eran principalmente agricultores y el único animal domestico que tenían era el perro. Los cargos jerárquicos estaban muy bien definidos. Había el jefe blanco que representaba el dialogo, y el jefe rojo que representaba la guerra. El jefe blanco tenía más poder que el rojo. Después estaban los ayudantes de éstos y una especie de portavoz que tenía capacidad para hablar en público. Después estaban los representantes de los diversos clanes. En tiempos de guerra todo el poder caía en manos del jefe rojo.
La máxima de la nación cherokee era el mantenimiento de la paz bajo toda costa, fomentaban la relación comercial y política a la toma de las armas.

De la sabiduria de sus Chamanes extraigo este profundo escrito:

 Escucha con tu corazón. cuando despiertes por la mañana, agradécele al Creador, a las cuatro direcciones, a la Madre Tierra, al Padre Cielo, y a todas nuestras relaciones, por la vida dentro de ti y por toda la vida a tu alrededor.

Recuerda que todas las cosas están conectadas. Todas las cosas tienen propósito. Considera rendir un “obsequio” distribuyendo tus posesiones a otros que están en necesidad. Estás atado a tus palabras, las cuales no pueden romperse a no ser con el permiso de aquellos a los que se les prometió. Busca armonía y equilibrio en todas las cosas. Siempre es importante recordar dónde estás en relación a todo lo demás y contribuir al Círculo de cualquier manera que puedas, siendo un “ayudante” y protector de la vida. Compartir es la mejor parte de recibir.

Ejerce silencio y paciencia en todas las cosas, como un reflejo de auto-control, resistencia, dignidad, reverencia, y calma interna. Ejerce modestia en todas las cosas, evitando fanfarroneo y comportamiento llamativo que atraiga atención hacia ti mismo. Conoce las cosas que contribuyen a tu bienestar, y aquellas cosas que conducen a tu destrucción. Siempre pide permiso, y da algo por todo lo que es recibido, incluyendo agradecer, y honrar todas las cosas vivientes.

Sé consciente de lo que está a tu alrededor, de lo que está dentro de ti, y siempre muestra respeto. Trata con respeto a cada persona, desde el niño más pequeño hasta el anciano más viejo. No mires fijamente a otros; baja tu mirada como una señal de respeto, especialmente en presencia de Ancianos, maestros, u otras personas honradas. Siempre da una señal de bienvenida cuando pase un amigo o un extraño. Nunca critiques o hables sobre alguien de una forma negativa perjudicial.

Nunca toques sin permiso algo que le pertenezca a alguien más. Respeta la privacidad de cada persona, asegurándote de nunca inmiscuirte en los momentos tranquilos o en el espacio personal de alguien. Nunca interfieras en los asuntos de otro haciendo preguntas u ofreciendo consejos. Nunca interrumpas a otros. En el hogar de otras personas, sigue sus costumbres más que las tuyas. Trata con respeto a todas las cosas sagradas de otros, ya sea si las entiendas o no.

Trata a la Tierra como tu madre; entrégale, protégela, hónrala; muestra profundo respeto por aquellos del mundo animal, mundo de las plantas, y mundo mineral. Escucha la orientación ofrecida por todo tu entorno; espera que esta orientación venga en forma de oración, sueños, soledad silenciosa, y en palabras y hechos de Ancianos sabios, y amigos. Escucha con tu corazón.

Aprende de tus experiencias, y siempre sé abierto a las nuevas. Siempre recuerda que una sonrisa es algo sagrado, para ser compartido. Vive cada día cuando llegue...